jueves, 31 de julio de 2008
LA PLAZA NUEVA (II)
En un primer momento, esta Plaza iba a ser presidida por la estatua ecuestre de Fernando VII, cosa que nunca se llevó a cabo, primero, por su muerte en 1.833, y, segundo, por las antipatías que produjo la causa que motivó la guerra carlista para su sucesión. Bilbao, liberal, apoyaba a Isabel II.
Dicho esto, los pasos ornamentales de la Plaza Nueva fueron los siguientes:
1.- En 1.851, una novillada la inauguró.
2.- En 1.857, podía contemplarse una zona ajardinada en 4 bloques, con árboles como acacias, magnolios y alguna que otra especie más, y, en su centro, un estanque con 18 surtidores.
3.- En 1.872, se transformó, de alguna manera, en un canal veneciano, con ocasión de la visita del rey Amadeo I de Saboya. Unos gondoleros dieron la bienvenida al monarca italiano.
4.- En 1.890, el estanque al que nos hemos referido en el punto 2, fue sustituido por la estatua de D. Diego López de Haro, con un pedestal más pequeño que el actual.
5.- En 1.895, ocupó el centro un kiosko de música, con urinarios públicos en sus bajos. Seguía existiendo la zona ajardinada en 4 bloques, aunque sus árboles eran, tan sólo, 2 hermosas palmeras. En este kiosko tocaba la banda municipal en los días de lluvia, protegiéndose los espectadores en la zona porticada. No dejaba de ser este dato muy curioso, ya que los días soleados el lugar preferido por la banda era el Arenal, poseedor, también, de otro kiosko. En cuanto a las 2 palmeras, queremos decir que eran macho y hembra, una junto a la fachada del reloj y otra enfrente. Ambas eran el domicilio de numerosos gorriones que, de vez en cuando, eran visitados por el gato de la tienda de ultramarinos Montes. Era curioso verle subir por la palmera más próxima y era mucho más curioso verle saltar y caer de pies sobre el césped del jardín
6.- Aunque en un principio se diseñaron únicamente cuatro accesos desde las calles Los Fueros y Sombrerería que daban paso a los lados menores de la plaza posteriormente se añadió un quinto desde la calle Correos, en 1.940, que hoy es considerada como la entrada principal.
7.- En 1.970, desaparecieron jardines, palmeras y kiosko, dando paso a la construcción de un parking subterráneo y a mucha piedra de adoquín en la superficie. Este parking, reconstruido en los últimos años, estaba dedicado a los vehículos de los visitantes que recorrían el Casco Viejo y que hacían compras en sus numerosos comercios. El día 12 de Julio de 2.007 abrió sus puertas este nuevo aparcamiento, dedicado íntegramente a los vecinos del barrio, con 4 plantas y 428 parcelas. El también nuevo aparcamiento del Arenal, inaugurado unos meses antes, es el que ahora cubre el servicio a los visitantes del Casco Viejo, relevando al reconstruido de la Plaza Nueva.
8.- En 1.988, se inicia un proceso de rehabilitación en fachadas y en la propia Plaza.
9.- En 1.991, se colocó una carpa que duró poco tiempo. La lona se utilizó, según parece, en la Estación Termibús de Basurto.
LA FALTA DE ALTERNATIVA AL METRO DURANTE LAS OBRAS INDIGNA A LOS USUARIOS DE SANTUCHU
miércoles, 30 de julio de 2008
LA PLAZA NUEVA (I)
Como ya se apuntó en el siglo XVIII de la Historia de Bilbao, la Plaza Nueva ya aparecía en el Proyecto de Ensanche, Plan Loredo, de 1.786. Se llamó así, Plaza Nueva, para distinguirla de la Plaza Vieja, que fue la Plaza Mayor de la Villa, junto a la iglesia de San Antón.
Es una plaza porticada de corte rectangular, de puro estilo neoclásico y rodeada de soportales arcados (66 arcos de medio punto y 68 columnas dóricas). En principio tuvo cuatro entradas: dos por la calle Fueros y otras dos por la calle Sombrerería. En 1.940 se abrió la quinta entrada por la calle Correo, como consecuencia de los destrozos causados por el bombardeo de la guerra civil sobre el inmueble que ocupaba el espacio y según proyecto de Emiliano Amann.
En la primera entrada de la Calle Fueros, partiendo de la Calle Ascao, a la izquierda y bajo los arcos, puede verse, sobre la pared, una placa de piedra (en forma de escudo) que, al parecer, hace referencia a los "mercados agrícolas de Vizcaya" y a la "Villa de Bilbao", que es lo único que puede leerse, dado el mal estado de conservación en el que se encuentra.
El rey Fernando VII colocó su primera piedra en 1.828, aprovechando una de sus visitas a la Villa y haciendo que, en un principio se llamara Plaza de Fernando VII. El 31 de diciembre de 1.829, empezó a construirse y se terminó 20 años más tarde, el 31 de diciembre de 1.849. Hay quien dice que la última piedra se colocó en 1.851. El proyecto fue presentado en 1.821 por Silvestre Pérez y la obra fue materializada, con sucesivas reformas, por Antonio de Echevarría (1.828) y Antonio Goicoechea (1.840). El primer arco de esta Plaza Nueva, por la parte de la calle Fueros, fue inaugurado el 18 de mayo de 1.830.
IBARREKOLANDA ESTRENA SU PLAZA EL 14 DE AGOSTO
martes, 29 de julio de 2008
BILBAO SIGLO XVIII (y IV)
Urbanísticamente se produce una nueva expansión de la ciudad. Los aguaceros de 1.762 obligan a los comerciantes a plantear a los regidores de la Villa la construcción de casas y lonjas en las zonas altas de la otra orilla de la ría, fundamentalmente junto al Convento de San Francisco y Albia.
La primera Casa de Misericordia se fundó en el siglo XVIII. Ya, en 1.724, hubo un proyecto municipal para crear un hospicio. Lo mismo sucedió en 1.731. Pero hasta 1.760 no destinó el Ayuntamiento una casa para crear un primitivo hospicio. Fue en la calle Sendeja. En 1.770 se creó un nuevo hospicio, al fracasar el anterior. Se llamó Casa de Piedad y después Casa de Misericordia. Se instaló en el Colegio de San Andrés que habían regentado los jesuitas. Al pasar la parroquia de los Santos Juanes a este Colegio, la Casa de Misericordia pasó al edificio anexo, actual Museo Histórico.
En 1.738, las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya, reunidas en Guernica, proclamaron a la Virgen de Begoña como Patrona y Abogada del Señorío.
En 1.743 se puso la primera piedra del nuevo templo de San Nicolás, que se inauguró en 1.756.
En 1.745 fueron construidas las Calzadas de Mallona, sobre las laderas del Monte Artagan. Se construyeron sobre el antiguo camino de Zamudio. Tales Calzadas, permitían el acceso, desde el Casco Viejo, a la Basílica (así nombrada en 1.908) de Begoña, cuya Virgen fue proclamada Patrona del Señorío en 1.738.
En 1.755 sucedio, el terremoto más importante del que tenemos noticias en Vizcaya. Sucedió el día de Todos los Santos, el 1 de noviembre. El temblor llegó precedido por 3 grandes y extrañas olas que subieron por la ría y llegaron hasta el Arenal. Se movieron las casas durante más de 6 minutos.
La expansión económica de la Villa atrajo nueva población, lo que obligó al Ayuntamiento al trazado de nuevas calles y manzanas de casas. En 1.786, se presentó al Ayuntamiento un plan de edificación, denominado Plan Loredo-Proyecto Ensanche, que afectaba a la zona comprendida entre la calle Sombrerería y la nueva iglesia de San Nicolás, inaugurada en 1.756 y calle de la Estufa (Hoy Viuda de Epalza). En este Plan se encontraba, entre otros, el referente a la Plaza Nueva.
En 1.770 fue trasladada a la calle la Cruz (en el lugar que ocupaba la antigua iglesia de los Jesuitas), la iglesia de los Santos Juanes desde su ubicación anterior en la Plaza del mismo nombre, junto a la iglesia y puente de San Antón.
En 1.787, Bilbao contaba con 9.494 habitantes.
En 1.799 se edificó, en la calle Ronda, el primer teatro de Bilbao. Fue obra del arquitecto Alejo de Miranda. Un voraz incendio lo destrozó en 1.816. Hasta entonces, los artistas que recalaban en Bilbao, representaban sus obras en el patio de la Casa Consistorial, junto a San Antón. En este marco y en 1.772, se estrenó la ópera titulada “El médico avariento”.
UNA FUNDACION INTERNACIONAL SITUA BILBAO COMO EL AYUNTAMIENTO MAS TRANSPARENTE DE ESPAÑA
lunes, 28 de julio de 2008
BILBAO SIGLO XVIII (III)
En 1.765, se creó la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, siendo algunas de sus finalidades las de fomentar y apoyar la agricultura, la economía, las ciencias y las artes. Fue significativa su actuación en el análisis de la crisis económica que amenazó a la estructura económica vasca a partir de 1.780.
El 21 de enero de 1.793, la guillotina segaba la vida del rey francés Luis XVI. La España de Carlos IV se vería inmediatamente afectada por lo que estaba sucediendo en ese país vecino. No en vano, el rey español era también un Borbón.
Se declaró la guerra a la Convención nacional francesa (revolución francesa) y el País Vasco se vio afectado grandemente. Bilbao fue ocupado por las tropas convencionales francesas del general Moncey. La Paz de Basilea, firmada el 22 de julio de 1.795, ponía fin al conflicto.
Esta guerra supuso fuertes cargas para los vascos y para los bilbaínos, teniendo, también, incalculables consecuencias históricas, ya que, en plena contienda, quedaban delimitados los grupos sociales antagónicos, unos, por supuesto, claramente revolucionarios y simpatizantes de la Convención nacional francesa.
LA ALHONDIGA EMPIEZA A CUBRIRSE CON EL CARAVISTA DE STARCK
Falta ya poco más de un año para ver la espectacular transformación del viejo almacén de vino diseñado por Ricardo Bastida en 1909 en un innovador centro cultural y de ocio. Piscinas, libros, un gimnasio, un auditorio y hasta un balneario tendrán cabida en el interior vanguardista diseñado por el arquitecto francés para La Alhóndiga. En total, más de 40.000 metros cuadrados en pleno corazón bilbaíno para el disfrute de grandes, pequeños, estudiantes, deportistas, amantes de la lectura o para los que busquen la relajación en las aguas de un spá.
Un gran atrio central dará la bienvenida a los usuarios de Alhóndiga Bilbao, nombre con el que se ha bautizado el proyecto. En este patio las columnas serán las protagonistas; y es que 43 pilares serán los encargados de sustentar los tres edificios ideados por Starck. Del techo colgará una gran pantalla para la emisión de todo tipo de proyecciones. Aunque el diseñador francés ya ha dicho que espera que la imagen más proyectada sea la de un gran sol que “distribuya su calor entre los usuarios”. Otra curiosidad del futuro de La Alhóndiga son las piscinas. El suelo será transparente y los visitantes que pasen por el atrio podrán ver a la gente bañándose en el techo.La Alhóndiga ha protagonizado buena parte del discurso municipal de los últimos 20 años. Diferentes alcaldes -como Pilar Careaga, José María Gorordo, Josu Ortuondo e Iñaki Azkuna- han señalado al viejo depósito neoclásico como el proyecto estrella para el ensanche bilbaíno, de forma que el futuro del edificio ha variado con los años y las diferentes visiones de los gestores de la urbe. Pudo transformarse en un bloque de viviendas, en un ambicioso cubo de cristal que acogería al arte y la cultura, en un polideportivo, en un museo de arte contemporáneo e incluso en el futuro Palacio de Deportes.
Finalmente, el inmueble, declarado de interés cultural, se convertirá en un moderno centro cultural y de ocio con bibliotecas, salas de exposiciones, cines, gimnasios, piscinas, restaurantes, solarium, etc... Las obras, gestionadas por la sociedad Bilbao Ría 2000, dividirán La Alhóndiga en tres edificios, uno para cada uso: cultural, ocio y deportivo. Entre los tres sumarán 40.000 metros cuadrados, casi el doble de la superficie ocupada por el Museo Guggenheim. La regeneración de La Alhóndiga se ha producido en cuatro fases. Los primeros equipamientos -la sala de exposiciones, el cine, el gimnasio, la piscina o el solarium, entre ellos- abrirán sus puertas al público en junio de 2008 y un año más tarde las autoridades inaugurarán el complejo de forma oficial. Hasta entonces, los curiosos pueden asomarse por la zona de visionado habilitada en la fachada que mira hacia la calle Iparraguirre. Más allá de las impresionantes cifras que baraja el proyecto, la expectación del mismo reside en gran medida en la capacidad de fascinación de Starck, un diseñador acorde a la prestigiosa lista de arquitectos y urbanistas que desde hace años dibujan el presente y el futuro de Bilbao. "Quiero hacer algo formidable, lleno de energía, de entusiasmo. En definitiva, un edificio con la elegancia de la inteligencia y la belleza de la felicidad", resumió el francés en una de sus visitas a Bilbao.
domingo, 27 de julio de 2008
HOMENAJE
Un bilbaino nacido en Bilbao La Vieja en los años previos a la guerra civil española de 1.936. Un bilbaino que vivio, como muchos otros, los avatares del exilio forzado de los "niños dela guerra" y
las alegrias de la vuelta a casa.
Un bilbaino que decidio compartir su vida con una "Tomatera" de Deusto y tener una familia.
Un bilbaino al que por la sangre le corrian los sones de Los Chimberos, Los Botxeros y Los Cinco Bilbainos.
Un Bilbaino al que el corazon le latia al ritmo de los goles de Pichichi, Gainza, Dani, Etxebe... cada domingo en San Mames.
Un bilbaino al que el alma se le abria viendo los rincones que os presento cada dia, muchos de ellos recorridos por el en tiempos pasados.
Hoy ha fallecido un bilbaino con mayusculas.
Hoy ha fallecido mi padre.
HOY A MUERTO UN TROCITO DE BILBAO
viernes, 25 de julio de 2008
BILBAO SIGLO XVIII (II)
Recibe el nombre de “Matxinada” por ser protagonistas principalmente los “matxines”, campesinos.Lo cierto es que fueron simples revueltas por motivos económicos sin ningún ánimo secesionista. La primera “Matxinada” ocurrió en Vizcaya en el año 1718, y se debio al traslado de las aduanas a la costa, ya que suponía el fin de los privilegios aduaneros.
Tuvo lugar a partir de la Real Disposición de fecha 31-8-1.717, ordenando establecer las aduanas, que tradicionalmente habían estado en el interior, en los puertos de mar. Con ello, las aduanas de Orduña, Vitoria y Valmaseda se trasladarían a Bilbao, San Sebastián e Irún.
La burguesía bilbaína intentó ponerla en práctica y, en 1.718, comenzó el tumulto al considerarse los aldeanos económicamente perjudicados y por entender, además, que tal medida era contraria a los Fueros.
Los protagonistas del motín fueron los campesinos de Begoña, Erandio, Abando, Deusto, Sondica, y la animosidad se centraba contra los notables rurales y autoridades forales y la oligarquía, que englobaba a patronos y comerciantes.
Los aldeanos atacaron y saquearon Bilbao. Se quemaron casas de notables, ultrajaron a clérigos, eliminaron fisicamente a oligarcas, entre ellos al Diputado General, Don Enrique Arana, hasta que fueron rechazados por los ciudadanos y las tropas del general Loya. El Señorío se ocupó militarmente hasta el mes de agosto de 1.719. La represión fue violenta. En noviembre llegan a Bizkaia las tropas reales con un ejército de 3000 hombres y proceden a la detención y ejecución de importante número de personas implicadas en la revuelta. En Enero de 1719 fueron agarrotados y luego decapitados 16 matxines en la Plaza Vieja de Bilbao.
Finalmente, en 1.722, un Real Decreto volvía las aduanas a su primer asiento
La segunda “Matxinada” fue en Guipúzcoa en 1766 y fue motivada por una mala cosecha de trigo, que provocó escasez y la consiguiente especulación y subida de precios del trigo. Afectó a Guipuzcoa y dió pié a la expulsión de los jesuitas de Loyola, que se pusieron al lado de los aldeanos. Recordamos que el rey Carlos III expulsaría, en 1.767, a los jesuitas de España..
EL TUNEL QUE UNIRA AMEZOLA CON MIRIBILLA SE ABRIRA AL TRAFICO DENTRO DE 3 AÑOS
jueves, 24 de julio de 2008
BILBAO SIGLO XVIII (I)
Bilbao adquirió en este siglo las características de una ciudad periferia, comerciante y burguesa, que va a hacer sentir su peso político y económico en España. Su comercio, apoyado en su industria, fundamentalmente de hierro, y su navegación, proporcionarán la riqueza y el poder necesario y, al mismo tiempo, será fuente de envidias y rencillas con la Tierra Llana.
Al auge de la Villa en este siglo, contribuirá, también, el cambio dinástico, con la llegada de los Borbones, quienes considerándose enemigos de ingleses y holandeses, anulan la competencia de éstos y consideran a Bilbao como puerto imprescindible para Francia, por lo que la burguesía bilbaína estaba en condiciones de imponer sus exigencias.
Sin embargo, Bilbao no renuncia al tráfico con Inglaterra y Holanda, tradicionales receptores del comercio bilbaíno, y, al mismo tiempo, exigirá contrapartidas comerciales a Francia por su apoyo, más o menos pasivo, en la guerra de Sucesión, a la muerte del rey Carlos II de la Casa de Austria. Bilbao consolidaría, por esas fechas, el monopolio del tráfico lanero del Cantábrico.
Se inician, también, relaciones con las colonias del Norte de América.
Por otra parte, el Consulado atravesaba una época de gran interés, acrecentándose, en las importaciones, el papel de Bilbao.
Una de las obras de mayor trascendencia política y económica, fue la construcción del camino de Burgos a Bilbao, por Pancorbo y Orduña, financiada por 3 entidades públicas: el Señorío de Vizcaya, la Villa de Bilbao y el Consulado. Las obras comenzaron en 1.764 y terminaron en 1.774. Fue una respuesta a las amenazas que se cernían sobre su tráfico mercantil, con la proyectada carretera Burgos-Santander por Reinosa.
El importante flujo mercantil decidirá la ampliación y mejora del Puerto de Bilbao en este siglo XVIII. Así, en 1.724, el Consulado revistió con muelles toda la margen izquierda de la ría en el término de Abando, para evitar los desprendimientos de terreno. En 1.734, se reconstruyeron los muelles de la embocadura de la ría, y, en 1.753, se comenzó a encauzar la ría entre Desierto-Erandio y Portugalete.
Pero el siglo XVIII no acabaría en la línea que hemos comentado. Así, en 1.780, aparecieron los primeros síntomas de agotamiento de la economía tradicional. Se inició una nueva crisis. Crisis agrícola al haber alcanzado su techo estructural. Crisis del comercio al caerse las exportaciones de lana y de hierro. Crisis de la industria, a partir de la crisis comercial, descendiendo la producción de las ferrerías vascas.
NO LES MOVERAN
miércoles, 23 de julio de 2008
LA ENFERMERIA EN BILBAO y (VI)
Ya en pleno siglo XX, la presión de los médicos del hospital sobre la Junta de Caridad para conseguir una mayor profesionalización de la enfermería fue constante, a partir de la etapa en que fue director Enrique de Areilza. Fruto de esta presión surgió primero la escuela de enfermería ubicada en el propio hospital, y la total profesionalización de los cuidados de enfermería después, suprimiendo los servicios de las Hermanas de la Caridad; profesionalización que no fue alcanzada hasta hace unos pocos años, en la década de los ochenta.
Las enfermeras de Salud Escolar
El Ayuntamiento de Bilbao mantiene desde hace muchos años un servicio que supone una de las modalidades más ricas de ejercicio de la Enfermería: la dedicada a la salud escolar. Voluntarias sin remuneración desde los años cuarenta y profesionales desde los setenta, estas enfermeras fueron todas mujeres en los primeros años; pero en los últimos años se han incorporado algunos varones.
Su práctica diaria constituye una mezcolanza de actividades diferentes: realización de exámenes de salud; seguimiento de niños de riesgo; educación para la salud orientada a padres, profesores y alumnos; atención a las urgencias ocurridas en la escuela, etc.
ZAHA HADID PRESENTARA ESTE VERANO UNA PROPUESTA DETALLADA PARA OLAVEAGA
martes, 22 de julio de 2008
LA ENFERMERIA EN BILBAO (VI)
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX Bilbao sufrio la presencia de nutridas guarniciones militares con tropas francesas, inglesas, portuguesas y españolas; hubo necesidad de habilitar hospitales militares y soportar una mayor presion sobre el Hospital Civil, cuyos mecanismos de control del gasto se vieron desbordados. Tuvieron lugar algunos episodios en los que Señoras del hospital se vieron envueltas en sospechas de desvio de alimentos, de robos y de corrupcion. Asi fue que, en un documento fechado el 31 de Octubre de 1.920, el Secretario de la Junta del Hospital, Josef Miguel de Asurduy, dio cuenta de la necesidad y conveniencia de traer un grupo de monjas del Instituto de Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul que se hicieron cargo de la enfermeria del nuevo hospital.
De esta forma llegaron al nuevo Hospital de los Santos Juanes las seis hermanas del Instituto de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paúl con las que se pensaba solucionar su gobierno y enfermería; pero lo que prometía ser un buen negocio para la Junta de Caridad, los enfermos y la Villa, no tardó en mostrar su lado negativo. Un nuevo Director General del Instituto de San Vicente Paúl, órgano de gobierno de las Hermanas de la Caridad, consideró que el convenio firmado por su antecesor era demasiado complaciente con la Junta General y presentó un ultimátum a la Junta del Hospital, diciendo que había elaborado una normativa general para el gobierno de las hermanas en los hospitales españoles y una parte substancial de dicha normativa chocaba frontalmente con el reglamento del hospital bilbaíno. El punto de roce principal era la propia concepción de la estancia de las monjas en el hospital, pues tanto el convenio primero como la reglamentación del hospital excluían formalmente la presencia de una comunidad religiosa y consideraba que las monjas eran empleadas del hospital que vivían en él, mientras se le exigía la libertad de formar un convento autónomo dentro del hospital, con su comunidad, superiora, capilla y normas propias.
En sesión de noviembre de 1831 el Ayuntamiento respaldó la propuesta de la Junta y así fue como las siete monjas comenzaron a salir del hospital el 10 de noviembre. El Ayuntamiento acordó nombrar un enfermero mayor y una señora (a poder ser consortes), además de tres enfermeras para suplir la labor de las monjas.
Años mas tarde, cuando finalizaba el siglo XIX, volvieron las monjas al hospital y consiguieron mantener en el, durante casi un siglo, una comunidad que obtuvo todos los poderes que habia reclamado antes de ser expulsadas.
VUELVEN LAS VISITAS GUIADAS A LAS ESCAVACIONES ARQUEOLOGICAS A LA PLAZA DEL CORAZON DE MARIA
lunes, 21 de julio de 2008
LA ENFERMERIA EN BILBAO (V)
El vacío dejado por la desaparición de los beateríos adjuntos a los hospitales hubo de ser llenado de alguna manera y, a tal efecto, el Regimiento de la Villa, como patrono único de los hospitales, procedió al nombramiento de una mujer que se encargara de estas labores ayudada por algunas criadas a las que ella misma debía contratar y gobernar. Recibió el nombre de señora, aunque en ocasiones se refieran a ella como rectora o administradora.
Durante los primeros años, cada nueva señora debía de abonar una dote antes de ocupar su cargo, dote que en algunas ocasiones se aportaba en metálico y, en otras, mitad en metálico y mitad en especie.
Durante más de 300 años este fue el sistema que, con pequeñas variaciones, siguieron los dos hospitales bilbaínos. Cuando en el año 1661 el Hospital de los Santos Juanes dejó de ser un albergue para pobres y peregrinos, cambiando a una dedicación exclusiva para la “curación de enfermos”, se puso de manifiesto la necesidad de dotarle con mayores recursos de enfermería, pero para ello sólo se cambió el número y salario de las criadas y no se alteró la figura de la señora. En varias ocasiones se procedió a una solución sui generis y se decidió incluir en un solo contrato al cirujano y a la señora, quienes debían de formar matrimonio y gobernar la vida cotidiana del hospital, así como el personal subalterno.
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A PARTIR DE MAÑANA LAS LINEAS 50, 56 y G4 TENDRAN NUEVO RECORRIDO PARA ACCEDER A LA CALLE ZAMACOLA
viernes, 18 de julio de 2008
LA ENFERMERIA EN BILBAO (IV)
Cuidadores de enfermos
La tercera de las líneas de profesionales que ha contribuido a la creación de la moderna profesión es la que más se asemeja a lo que entendemos habitualmente por “enfermería”. Representada en principio por las personas encargadas de cuidar a los enfermos en los hospitales o en su domicilio, ha desarrollado una gran variedad de especialidades y subespecialidades, pero no ha perdido nunca su norte constituido por ese concepto de “cuidado al enfermo”. Así como los practicantes y cirujanos romancistas solían ser varones, las mujeres han constituido tal abrumadora mayoría entre los cuidadores de enfermos que han dado género al nombre de la profesión: “enfermera”.
Las primeras cuidadoras de enfermos que nos vamos a encontrar en Bilbao son las “beatas” o “beguinas”, nombre con el que se conocía en el Medioevo a las mujeres que, sin ser monjas, hacían vida en comunidad para mejor cumplir sus deberes religiosos; en Bilbao no se regían por una regla que exigiera clausura y prestaban especial atención al cuidado de enfermos y moribundos, tanto en el hospital como en los domicilios privados, por lo que solían ser muy apreciadas entre el vecindario, quien solía mostrar su agradecimiento con pequeños o grandes donativos, imprescindibles para la subsistencia de estas comunidades; comunidades que, por otra parte, no exigían una dote para ingresar en ellas y carecían de esta fuente de ingresos, habitual en los conventos de monjas. Los beateríos situados en los hospitales bilbaínos, o junto a ellos, tenían una especial dependencia de las autoridades municipales. El oficio de beata del hospital requería un aprendizaje y era bastante solicitado, pudiendo acceder a este oficio sólo las nacidas en la Villa.
A comienzos del año 1583, tanto los beateríos de Bilbao como los de Abando, fueron requeridos a la observancia de la clausura monacal bajo prohibición de admitir nuevas aspirantes. Tal requisitoria fue hecha por disposición del Breve Circa pastoralis del Papa Pío V, en cumplimiento de las ordenaciones del concilio de Trento sobre la observancia de la clausura en los monasterios; así fue como los beateríos bilbaínos, a pesar de la resistencia que opusieron y del apoyo que recibieron para ello de las autoridades municipales, tuvieron que elegir entre transformarse en conventos de clausura o desaparecer.