miércoles, 30 de julio de 2008
LA PLAZA NUEVA (I)
Como ya se apuntó en el siglo XVIII de la Historia de Bilbao, la Plaza Nueva ya aparecía en el Proyecto de Ensanche, Plan Loredo, de 1.786. Se llamó así, Plaza Nueva, para distinguirla de la Plaza Vieja, que fue la Plaza Mayor de la Villa, junto a la iglesia de San Antón.
Es una plaza porticada de corte rectangular, de puro estilo neoclásico y rodeada de soportales arcados (66 arcos de medio punto y 68 columnas dóricas). En principio tuvo cuatro entradas: dos por la calle Fueros y otras dos por la calle Sombrerería. En 1.940 se abrió la quinta entrada por la calle Correo, como consecuencia de los destrozos causados por el bombardeo de la guerra civil sobre el inmueble que ocupaba el espacio y según proyecto de Emiliano Amann.
En la primera entrada de la Calle Fueros, partiendo de la Calle Ascao, a la izquierda y bajo los arcos, puede verse, sobre la pared, una placa de piedra (en forma de escudo) que, al parecer, hace referencia a los "mercados agrícolas de Vizcaya" y a la "Villa de Bilbao", que es lo único que puede leerse, dado el mal estado de conservación en el que se encuentra.
El rey Fernando VII colocó su primera piedra en 1.828, aprovechando una de sus visitas a la Villa y haciendo que, en un principio se llamara Plaza de Fernando VII. El 31 de diciembre de 1.829, empezó a construirse y se terminó 20 años más tarde, el 31 de diciembre de 1.849. Hay quien dice que la última piedra se colocó en 1.851. El proyecto fue presentado en 1.821 por Silvestre Pérez y la obra fue materializada, con sucesivas reformas, por Antonio de Echevarría (1.828) y Antonio Goicoechea (1.840). El primer arco de esta Plaza Nueva, por la parte de la calle Fueros, fue inaugurado el 18 de mayo de 1.830.