lunes, 30 de junio de 2008
PLAZA DE TOROS DE BILBAO (I)
Parece que siempre que pensamos en toros pensamos en el sur: dehesas de encinas con el ganado bravo, y toreros valientes que saltan a la arena a jugarse el tipo, sin embargo, una de las ciudades con más tradición taurina de España, es Bilbao ( hay constancia de la celebración de festejos taurinos en la ciudad desde el siglo XVII)
Agosto en Bilbao es sinónimo de Semana Grande, de Aste Nagusia, y, por derivación, de toros y toreros.
Aunque no siempre fue así pues, según cuentan las crónicas de la época, los grandes festejos taurinos se circunscribían al Octavario del Corpus, en el coso que se montaba en la Plaza Vieja, junto a los soportales del Ayuntamiento y del Consulado y bajo la atenta mirada del giraldillo de la iglesia de San Antón. Era un coso hecho de barrotes de hierro y la gente principal de la Villa observaba la fiesta desde los balcones, mientras el pueblo llano debía buscarse un lugar en los mástiles de los bajeles atracados en la Ría, como lo ha plasmado el pintor Losada.
Debió llegar el siglo XIX para que Bilbao tuviera plaza de toros permanente. Se inauguró en junio de 1845 en terrenos de “la Concordia”, con el ánimo de incentivar el paso de los bilbainos por el puente de Isabel II, que era de peaje. Era un coso de mampostería y madera en el que lidiaron ocho toros los diestros Cayetano Sanz y Manuel Díaz ‘Lavi’. Un año más tarde, trasladaron los festejos al mes de agosto instaurando las actuales fechas festivas.