jueves, 15 de mayo de 2008

TRANVIA A SANTURCE


SALON OLIMPIA


PLAZA NUEVA


LA CATEDRAL DE SANTIAGO (III)

El interior catedralicio responde a una planta de cruz griega (aunque con la obra del Coro se asemeja ahora más a una cruz latina), con una nave central y dos laterales más bajas, adornadas con capillas. Consta de crucero y esbelta girola tras el Altar Mayor, que se une a éste por arcos apuntados con capillas poligonales de diversa amplitud. La existencia de crucero y girola permiten una relación con el gótico europeo (normando).
Las bóvedas, de crucería gótica parcialmente policromada, presentan nervaduras y terceletes, descansando sobre columnas cilíndricas, con pilastras adosadas.
Existe, también, por debajo del nivel de las ventanas, un triforio abalconado con antepecho calado que rodea toda la nave central, crucero y ábside. Este triforio, junto con la girola, son elementos típicos de las iglesias de peregrinación.
En cuanto a ventanas, esta iglesia cuenta con 16 ventanales y 3 rosetones con vidrieras identificadas con el espíritu del gótico. Uno de los rosetones, el situado a la derecha del crucero, es triangular con sus tres lados curvos.
Las capillas a las que nos hemos referido anteriormente, son 15 y están alojadas entre los contrafuertes (con una altura menor que las naves laterales), excepto las 5 del centro de la girola, que fueron ya planificadas desde el principio. Su distribución se lleva a cabo por el contorno de la iglesia.
En las capillas pueden verse varias imágenes de Cristo, de la Virgen y de los santos y santas. Destacan la Piedad, con una hermosa talla barroca de hacia 1.642, y el Cristo del Amor, que es una bella talla atribuida a Guiot de Beaugrant, de hacia 1.543 (ya comentada).
Además, pueden contemplarse varios sepulcros góticos, una torre eucarística (sagrario) del siglo XV y la pila bautismal.
Merece también deleitarse en la segunda capilla de la derecha, según se entra por la Plazuela de Santiago. Su cubierta está formada por una crucería estrellada, que arranca de ménsulas con la representación tetramórfica de los cuatro Evangelistas (hombre, toro, águila y león).
El patronazgo de Santiago sobre la Villa data desde su fundación. Sin embargo, fue confirmado formalmente ante la Santa Sede en 1.643, siendo Papa Urbano VIII.
Esta iglesia fue consagrada Basílica en 1.819, a instancias del bilbaíno Cardenal Gardoqui, y declarada Catedral en 1.950, tras fundarse en 1.949 la diócesis de Bilbao, si bien, su primer obispo, Casimiro Morcillo, consagró su altar mayor en 1.955. También ha sido declarada Monumento artístico nacional.
Hemos hablado de obras de restauración en el tercer párrafo de esta ficha, que comenzaron en 1.997. Estas obras, que han constituido un exhaustivo proceso de cirugía interna y limpieza exterior, terminaron en el año 2.000, abriéndose al público la Catedral el día 25 de Julio, festividad de Santiago.

LOS RELLENOS DE DEUSTO CARECEN DEL INFORME OBLIGATORIO DE LA AGENCIA VASCA DEL AGUA

La aprobación de las modificaciones del plan general en el último pleno del Ayuntamiento de Bilbao, celebrado el mes pasado, daba carta blanca a los rellenos en el canal de Deusto, actuación rechazada por los vecinos de la ribera de San Ignacio y Elorrieta, que temen que los edificios que se construyan en el terreno ganado al agua «taponen» el barrio y volatilicen las posibilidades de crear un espacio de ocio. A la negativa ciudadana se han sumado también las reticencias de la Demarcación de Costas, organismo dependiente del Gobierno central, que ha cuestionado los usos residenciales que se quieren dar a los suelos robados al canal, y también la reiterada petición del los partidos de la oposición del Consistorio bilbaíno -PSE y PP- para que el proyecto no avance sin el aval de un consenso político y ciudadano ahora inexistente. Pero estas objeciones al plan no son las únicas. La Agencia Vasca del Agua, dependiente del departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, sostiene ahora que los rellenos no cuentan con el «obligatorio informe de impacto hidrológico» que ellos deben hacer o aprobar, en caso de que se encargue a una firma privada.
Según han recalcado, «el año pasado» elaboraron un dossier para evaluar las consecuencias que acarrearía abrir el canal para convertir la actual península de Zorrozaurre en una isla. Pero este informe, que dio el beneplácito a la operación, no incluía «los rellenos ni sus consecuencias, con lo cual es preceptivo elaborar un nuevo análisis o rehacer el actual, porque cualquier alteración en las márgenes del canal podrían variar el resultado y lo que antes valía, quizá ya no sirva», advierten fuentes de la Agencia Vasca del Agua, que destacan que ellos son quienes tienen la competencia de validar los análisis hidrológicos necesarios para acometer grandes actuaciones urbanísticas.
Garantizar la seguridad
Su celo en esta tarea es comprensible. En la mente de los profesionales de esta agencia que inició su andadura 'oficial' a principios de año, pero que es heredera de la Dirección de Aguas están aún muy presentes las inundaciones del 83, el mayor drama que ha vivido Bilbao en las últimas décadas. «Cualquier precaución es poca, en aquella ocasión hubo 35 fallecidos. Después de aquello, el Gobierno vasco se hizo con la competencia de controlar los cauces, que antes era del Ejecutivo central, y desde entonces se ha puesto todo el esfuerzo en garantizar la seguridad señalan las mismas fuentes. Por eso, ahora nuestro dictamen es preceptivo en proyectos importantes».
Así, la eliminación o colocación de puentes y otros obstáculos que puedan modificar el fluir del agua, el desvío de cauces y su ensanchamiento o reducción mediante rellenos, como en el caso del canal de Deusto, son algunas de las operaciones que no se pueden hacer sin su supervisión. «Es para que no haya consecuencias indeseadas que pongan en peligro a bienes y personas», matizan fuentes de la agencia, que, ante todo, quieren huir del alarmismo . «Simplemente, no queremos caer en errores del pasado ni dejar construir en zonas objeto de inundabilidad, porque luego hay problemas e incluso se tienen que derribar edificios», destacaron. Uno de los últimos ejemplos de construcciones abocadas a la piqueta por este motivo es el de unas viviendas de Iurreta «que se edificaron en el cauce del río».
Por su parte, la comisión gestora del plan de regeneración de Zorrozaurre, proyecto que engloba los rellenos, manifestó ayer que un estudio que encargó a una ingeniería privada el año pasado para comprobar los efectos de la apertura del canal sí contempla la dinámica del agua en caso de que el cauce se reduzca tras los rellenos «hasta una anchura de 75 metros». «Y se comprobó que el estrechamiento del canal no influía en nada», sostienen. En cuanto a la necesidad de que sea la Agencia Vasca del Agua la que determine si la operación es segura y no una empresa ajena al ámbito público, fuentes técnicas de la gestora enfatizaron que «trabajan mano a mano» con ellos y manifestaron su sorpresa de que el organismo dependiente del Gobierno vasco considere «incompletos» los análisis que se han hecho hasta ahora para evaluar el riesgo de inundabilidad. «Por ejemplo, próximamente trataremos conjuntamente el tema de la apertura de puentes que saldrán de la futura isla de Zorrozaurre», avanzaron.
En este sentido, Ibon Areso coincide plenamente con los postulados de la comisión gestora. Aunque afirma con modestia «que su conocimiento sobre estas cuestiones técnicas es somero», afirma que la lámina de agua frente a San Ignacio tendrá unas dimensiones que permitirían «desaguar sin problemas».
El afán del Ayuntamiento y de la comisión gestora -compuesta por el Consistorio, Gobierno vasco, Puerto y dos promotoras privadas- por tranquilizar a los vecinos de la zona con estas explicaciones no ha surtido demasiado efecto. La plataforma ciudadana que se opone al relleno sigue señalando la cuestión de la inundabilidad como uno de los «puntos negros» del plan. Asimismo, manifestaron ayer su inquietud por la colocación de unas boyas en la zona del relleno, así como por la presencia de un empleado que realizaba mediciones con un GPS en la franja que se pretende rellenar. La aparición de maquinaria en el enclave, junto con una dársena flotante, de las que se utilizan para realizar trabajos en láminas de agua, disparó también las alarmas sobre el comienzo inminente de los rellenos. Sin embargo, fuentes del Puerto desmintieron categóricamente que los trabajos fueran a empezar y atribuyeron estas maniobras a «actividades rutinarias de mantenimento» que no tienen nada que ver con el controvertido proyecto.