El retablo del que forma parte esta obra está dedicado a San Juan Bautista, que era el patrón de los Reyes Católicos (Fernando de Aragón e Isabel de Castilla), y a los padres de los reyes, que también se llamaban Juan, según ha explicado hoy la pinacoteca bilbaína en un comunicado. La conservadora-jefa del museo, Carmen Sánchez-Lasa, ha resaltado que 'Bautismo de Cristo' es una pieza "bellísima" y una de las mejores obras de Juan de Flandes, que destaca por su gran tamaño, inusual en este tipo de piezas de arte religioso.
La tabla es la pieza central del retablo y, por tanto, según ha evidenciado Sánchez-Lasa, la más importante de la composición, y representa el bautismo de Cristo por San Juan Bautista, rodeados "de un paisaje bellísimo hecho con gran minuciosidad". La composición de la obra está impregnada de un fuerte simbolismo católico ya que incluye elementos que representan la Pasión y Resurrección de Cristo (un pequeño trozo de coral rojo) y el Paraíso que la humanidad podrá alcanzar gracias al sacrificio del hijo de Dios (simbolizado por unas piedras preciosas).
La conservadora-jefa de la pinacoteca de arte clásico y contemporáneo de Bilbao ha recordado que los pintores flamencos "eran unos maestros en la técnica del paisaje, que cobró gran fuerza e importancia gracias a los miembros de esta escuela". Sánchez-Lasa ha subrayado que la tabla fue robada por el general francés Armagnac, que se la llevó a Burdeos durante la invasión napoleónica de España, donde fue alterada respecto al original, tapando la figura desnuda de Cristo con un "paño de pudor" y modificando la posición de uno de sus brazos, para que adoptase una postura de oración. La restauración a que fue sometido el óleo en 1985 permitió descubrir estas alteraciones iconográficas, eliminarlas y recuperar el aspecto original, ha agregado la conservadora-jefa del Museo.
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