
El diputado general explicó que los ayuntamientos aún continúan evaluando los desperfectos ocasionados por la riada y que, por este motivo, las instituciones aún no disponen de una previsión aproximada de los daños. Sin embargo, recalcó que los afectados se pueden contar por «miles» y, en este sentido, anunció una serie de iniciativas económicas que, previsiblemente, se aprobarán en el próximo Consejo de Gobierno de la institución foral, que tendrá lugar el martes de la semana que viene.
Acompañado por el diputado de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, y el responsable de Administración Pública y Relaciones Municipales, Patxi Sierra-Sesumaga, José Luis Bilbao informó de que las ayudas de la Diputación se encauzarán en dos vertientes. Por un lado, el organismo foral ha preparado un paquete de medidas fiscales para «paliar, que no compensar», las pérdidas sufridas por «muchas familias y negocios» vizcaínos.
Estas iniciativas consistirán, a grandes rasgos, en la exención y en el aplazamiento de distintos impuestos o deudas tributarias a los que, en principio, deberían hacer frente los afectados por las inundaciones «más graves de los últimos años».
En concreto, los damnificados se podrán beneficiar de la exención de la cuota del impuesto de Bienes Inmuebles en la declaración de la renta de 2008, tanto en el ámbito rural como en el úrbano, o del pago de algunos impuestos sobre actividades económicas a los comercios, negocios y empresas afectadas.
El diputado general adelantó en este contexto que compensará a los ayuntamientos que se vean perjudicados por la disminución de ingresos que sufrirán sus arcas al no recaudar el impuesto de Bienes Inmuebles, cuya gestión y recaudación corresponde a los consistorios, y animó a los ciudadanos a que se pongan en contacto con sus respectivos consistorios.
Recursos movilizados
Respecto a los daños ocasionados en los bienes públicos, Bilbao adquirió un compromiso de forma solemne: la Diputación subvencionará hasta el 90% de los gastos generados por la reparación de los desperfectos provocados por las inundaciones en las localidades vizcaínas.
En principio, las ayudas extraordinarias a los municipios alcanzarán los 30 millones de euros. Un montante económico que podría ampliarse en caso de necesidad y que, encuadrado en el programa de imprevistos de la Dirección de Relaciones Municipales, se destinará básicamente a recuperar caminos rurales, pistas, carreteras e infraestructura rural básica, así como equipamientos comunitarios e infraestructuras urbanas.
Por lo demás, Bilbao insistió en que «nadie» avisó a la Diputación durante la tarde del sábado del peligro que se avecinaba. La máxima autoridad de la institución explicó que, no obstante, una vez que conocieron la gravedad de las precipitaciones, dispusieron «cuantos servicios y dotaciones» tenían disponibles. En concreto, anunció que movilizaron 250 personas, entre bomberos, retenes de mantenimiento de Obras Públicas, trabajadores del servicio de Hidrología del departamento de Medio Ambiente y medios técnicos y humanos de las empresas públicas Basalan y Garbiker. A todos ellos, les expresó su «agradecimiento sincero» por su comportamiento durante los peores momentos.
En este sentido, el diputado general destacó la importancia de las obras hidráulicas realizadas desde 1983 y animó a las administraciones vascas a «continuar con las inversiones» para mejorar y adecuar el cauce de los ríos.
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