Serán, por tanto, unas 5.000 personas las que acudan a solicitar estas nuevas prestaciones, que les permitirán equiparar sus ingresos con el salario mínimo. «En las bases tenemos unas 5.000 citas concertadas, así que se va a duplicar el trabajo», explica el director del área, Juan Félix Madariaga. Por ello habrá que preparar un nuevo refuerzo, tras las seis trabajadoras que se incorporaron para atender la demanda generada por la Ley de Dependencia. En la actualidad trabajan setenta profesionales en las once unidades de base de la ciudad. La espera para conseguir cita es de «mes o mes y medio por término medio», apuntan los responsables municipales, aunque existe otro procedimiento para los casos urgentes.
Son plazos sensibles que pueden verse alterados fácilmente ante el incremento del ritmo de peticiones. El aumento de personal, además del gasto que conlleva, plantea «problemas de espacio» en las dependencias municipales. Ricardo Barkala reconoció que la demanda de prestaciones es «difícil de gestionar. A veces no se hila fino al decir quién paga la factura», apuntó.
En cualquier caso, aseguró que se tomarán medidas especiales para que las viudas y las personas con pensiones más bajas puedan acceder sin demoras a los complementos «a los que tienen derecho». El concejal aseguró que pese al incremento de la demanda, que crece a un ritmo del 6% al año, «Bilbao es el único municipio importante de Vizcaya que no tiene lista de espera en el servicio de ayuda a domicilio».
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