Los mercaderes castellanos, principalmente burgaleses, intervendrán de manera señalada en el proceso de desarrollo de la villa. Necesitados de un buen puerto para sus exportaciones de lana a Francia, Inglaterra y Flandes, Bilbao se encargará de capitalizar todo este tráfico, siendo poco después naturales de la villa y no castellanos los principales representantes de este comercio en Flandes, el destino principal de la lana de Castilla.
La contratación principal de este producto será dirigida desde Bilbao a partir de ahora.
La importante producción de hierro y la pesca tienen también gran importancia en el desarrollo económico de todo el Señorío durante esta época. En Bilbao existirá la Rentería, lonja y bolsa del hierro, junto al puente de San Antón, siendo numerosos los artesanos que se dedicaban a su trabajo: ancleros, rementeros, azereros, cerrajeros, claveteros, cabilleros, espaderos, lombarderos, etc.
Las fraguas se situarán en Ascao, entonces un arrabal de la villa; los maestros de lombardas y otras armas de fuego tendrán sus campos de tiro en Ibein y en Allende el Puente.Los astilleros se desarrollan también durante esta época.
En Bizkaia los principales son los de Bilbao, Portugalete, Lequeitio, Ondárroa, Bermeo y Plencia. Todos estos puertos irán desarrollándose conforme aumente la importancia de la industria pesquera.
En la cámara de la villa de Bilbao existía una presencia continuada de armadores y mercaderes desde 1.435, fecha en la que la paz con los linajes trajo la sustitución de los representantes de las grandes familias por los de la burguesía ciudadana en todo lo concerniente a la dirección de la villa.
Los astilleros se desarrollan también durante esta época. Estaban situados en ambas riberas del Nervión, en Portugalete, Baracaldo, Abando, Deusto y Bilbao principalmente. Los de la villa se hallan situados en el lugar denominado "rebal de sant nicolás".
En toda esta zona existe un permiso general para establecer edificaciones provisionales (astilleros, tejavanas y estufas para derretir la brea). Todo aquél que desease construir una embarcación solicitaba permiso del Concejo y comenzaba sus obras, una vez concluida la botadura de la nave debía reparar todos los desperfectos causados en la zona. Las zonas más importantes destinadas a la construcción de navíos eran las siguientes: Varadero de Marzana, en Bilbao la Vieja, Astillero de Basurto de Acha, o Ripa , Astilleros de la Vega (“Campa de los Ingleses”), Astillero de San Mamés, Zubelasinguira en Zorroza, y Deusto.
En general, todos los astilleros de la ría se denominaban como Astilleros de Bilbao, ya que éste era el nombre común del abra, ría y canal.
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