domingo, 1 de junio de 2008

HOSPITAL DE ATXURI (I)

A lo largo de más de medio milenio Bilbao y su Hospital han mantenido una relación que podríamos calificar de monógama.
En efecto, con excepción de una Leprosería, situada fuera del recinto urbano (junto a la iglesia de San Nicolás) que pronto evolucionó para transformarse en lo que hoy llamaríamos Asilo para Ancianos, y de algún pequeño hospital situado dentro del recinto amurallado, de vida efímera durante los siglos XIV y XV, el Hospital de los Santos Juanes fue el único hospital con el que contó la Villa, permaneciendo siempre situado en el barrio de Atxuri hasta que durante la transición del siglo XIX al XX fue trasladado a Basurto, lugar donde continúa en servicio.
A lo largo de esos años fueron varios los edificios que albergaron esta institución, siendo probablemente el primero que alcanzó una cierta prestancia y que fue construido en piedra, el que coincide con su primera representación gráfica conocida: la que aparece en el libro De Civitatis Orbis Terrarum, obra que agrupaba planos de más de 300 ciudades, sobre todo europeas, delineada por Hofnaglio y editada magníficamente por Braun y Hogenberg a mediados del siglo XVI en Colonia. En el capítulo correspondiente a Bilbao, encontramos al hospital representado como una pequeña torre de planta cuadrangular situada en el Arrabal de Ibeni (Atxuri), junto a la iglesia que llevaba su mismo nombre.
Debenos decir que ,en realidad, era una institución muy alejada de lo que entendemos por hospital para la curación de enfermos, pues se trataba de una mezcolanza de asilo para pobres y refugio para peregrinos; sin embargo, debemos hacer constar que el hospital contaba con la colaboración de los médicos titulares de la Villa, quienes debían acudir a visitar gratuitamente a sus asilados enfermos.
Su construcción no estuvo exenta de polémica, pues tuvo lugar inmediatamente después de que una epidemia de peste se abatiera sobre Bilbao y la población recelaba de los pobres y peregrinos albergados en este tipo de instituciones.
El Ayuntamiento bilbaíno trató de edificar el nuevo hospital en lugar alejado de las puertas de la Villa, junto al convento de la Encarnación; pero el prior de éste, Fray Martín de Santo Tomás, elevó una protesta que no fue atendida por el Ayuntamiento, obligándole a recurrir al emperador Carlos para denunciar el proyecto como muy perjudicial a las dos comunidades religiosas por tener tan cerca un hospital de “apestados”. Si las razones de salud y de convivencia social no bastaban, añadió la del privilegio pontificio que como agregados de San Juan de Letrán tenían: “de no poder edificar casa alguna que no distara de la suya más de cien canas, o sea, doscientas varas castellanas”. El emperador, por carta de 19 de enero de 1532 abrió investigación sobre el caso, a la vista de la cual, y considerando que el hospital podía hacerse en otro lugar más alejado del convento, decretó desechar el proyecto del Ayuntamiento.
Así parece que fue como poco después se construyó el hospital en un lugar situado a medio camino entre la Encarnación y las puertas de la Villa.

No hay comentarios: