domingo, 20 de abril de 2008

LA "PUEBLA" DE BILBAO


Parece ser que sólo a partir del siglo XI se dieron las condiciones económicas, políticas y sociales, que hicieron posible que pudiera progresar un asentamiento humano junto a la ría a partir del antiguo de Malmasin, en el punto en que ésta deja de ser navegable.
Sin embargo la creacion de “una puebla” denominada Bilbao, sólo puede estar enmarcada en la fase de crecimiento y expansión de los siglos XII y XIII, ya que antes, el meandro del río no ofrecía las mínimas condiciones para el asentamiento, porque las riadas lo inundaban continuamente.
Esta puebla, justo al comienzo de una vía con 14 kilómetros navegables y con el mejor estuario de la costa cantábrica, ocupaba las dos márgenes de la ría.
La margen izquierda (tierras de Abando) o Bilbao la Vieja, también conocida como “Allende la Puente”, era de carácter minero, extraía el hierro y lo trabajaba en ferrerías. La margen derecha (tierras de Begoña) la poblaban marineros y pescadores, más inclinados al comercio y al tráfico mercantil portuario.
Y es a partir de este enclave, como se fundaría la Villa de Bilbao.
Ambas márgenes estaban unidas por “la puente”, más tarde conocido como Puente de San Antón. Y justo allí, hasta donde llegaban las mareas, existía un puerto o fondeadero, que tantos beneficios iba a reportar a la futura villa de Bilbao.
Gracias a su posición geográfica, a la existencia de vetas de hierro en los montes vecinos, a que construían sus propias naves (desde, al menos, el siglo XII, con la madera de sus bosques de robles, hayas y castaños), a la afición por el comercio y el tráfico mercantil portuario y a ser punto de cruce entre los caminos de Castilla hacia los mares del Norte y viceversa, esta puebla, que ya se llamaba Bilbao, empezó a ser considerada como lugar aprovechable y rentable, así como capaz y apetecible de ser poblada.