martes, 20 de mayo de 2008

IGLESIA DE SAN ANTON (IV)

La iglesia se antoja casi cuadrada. Y es que los constructores aprovecharon al máximo el solar del viejo castillo, lo que permitió una cabecera extraña sin ambiente absidal y con los tramos laterales ochavados para poder desviar mejor las avenidas de las aguas de la vecina ría.
Consta de tres naves: una central muy alta y dos laterales más bajas, que miden 10 y 9 metros de altura respectivamente. Sus bóvedas son de crucería y pueden verse 8 altos arcos ojivales, 4 a cada lado y los 2 últimos en el coro, así como ciclópeas columnas cilíndricas. Un bellísimo triforio trilobulado y calado recorre el largo y ancho de la nave central. Y sobre este triforio pueden verse 8 grandes y finas vidrieras polícromas de tracería gótica.
Dentro de la nave central y en el muro del Presbiterio puede verse un bellísimo rectángulo de más de 20 metros de alto, llegando casi a la altura del triforio, con pinturas del artista Enrique García Ergüin (de la última restauración integral ya comentada) que combinan con las tallas y autorrelieves que ya existían, formando el siguiente mural:
.- En una primera línea (la más alta) y de izquierda a derecha, una pintura de la Resurrección de Jesús, una talla de Cristo crucificado y otra pintura de la Asunción de la Virgen.
.- En una segunda línea, una talla de San Pedro, una pintura sobre Pentecostés (la venida del Espíritu Santo) y otra talla de San Pablo. Estas dos tallas son las que estuvieron en las hornacinas de la nueva y magnífica portada principal y renacentista ya citada.
.- En una tercera línea, las pinturas de la Anunciación de María, el Nacimiento de Jesús y el Bautizo de Jesús.
.- Y en una cuarta línea, un autorrelieve de la última Cena del Señor, una pintura de Jesús resucitado con los discípulos de Emaús y otro autorrelieve del lavatorio de los pies por Jesús.
Si seguimos fijándonos en el Presbiterio, éste cuenta con un suelo flotante y acristalado (de la última restauración integral ya comentada), que permite contemplar los trabajos arqueológicos realizados. Es una lástima que se haya tenido que colocar sobre una gran parte de esta zona acristalada, junto al Altar Mayor, una alfombra que permita celebrar más dignamente los actos litúrgicos.
A la izquierda de este muro del Presbiterio y entre las puertas de entrada y de la Sacristía, se encuentra, a media altura, una imagen de San Antón con muchos años de antigüedad.
Desde el Presbiterio se aprecia el contraste de las naves góticas con el gran Coro alto renacentista. En 1.901 se inauguró el órgano de la casa Caveille Coll, que, a partir de 1.922 y hasta muy adelantada la década de los 80, fue utilizado por el maestro Arturo Inchausti, quien interpretó en él las mejores creaciones de la música religiosa y los más bellos motivos vascos. Con motivo de estas últimas obras de restauración, el órgano ha sido rehabilitado.

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